jueves, 28 de abril de 2016

2x05: Como pecas, pagas



Arturo Ramírez deambulaba por las calles de Valparaíso, viendo como el plan que había tramado con Pinto se le iba al infierno. Con Antonio con paradero desconocido, sus intenciones de volver al Ejército en gloria y majestad pasaron a mejor vida. Ahora, confundido, y sin casa, ya que fue expulsado del hogar de Ignacio por traicionar a Antonio, realmente no sabía qué hacer ni dónde ir.

Al final, se anima, y piensa en buscar a Pinto, ya que ella lo metió en esto, y, esperaba que, a pesar del fracaso en la captura de Esparza, algo podría hacer en la institución. Empieza a caminar en rumbo al regimiento Maipo, para encontrarla y ver qué idea tenían ahora. Luego de algunos minutos, llega al sector de Playa Ancha, y antes de preguntar en la guardia, se encuentra de frente con el teniente Cabezas

Tte. Cab: ¿y tú?
Tte. R: ¿cómo que “y tú”? Más respeto con tus más antiguos, Cabezas
Tte. Cab: sí, con esa pinta y tus antecedentes, Ramírez, hace rato perdiste el respeto
Tte. R: no vengo a hablar contigo, ¿anda por ahí tu teniente Pinto?
Tte. Cab: ¿y para qué quieres hablar con ella?
Tte. R: temas que no te incumben, Cabezas
Tte. Cab: de todas maneras pierdes tu tiempo Ramírez, ella no está acá y nunca ha estado por acá tampoco, ¿anda en la zona?
Tte. R: no me mientas Cabezas, te conozco varias
Tte. Cab: ¿y? Yo te digo la verdad, los que andaban por la zona, pero no sé por qué, estaban ocupando la Quinta Vergara para sus operaciones
Tte. R: ¿la Quinta Vergara?
Tte. Cab: sí, es que el cuartel se les hacía demasiado chico, así que instalaron todo allá. Acá vienen a puro buscar comida.
Tte. R: ya, gracias (se va)
Tte. Cab: (lo frena) oye oye, no tan rápido… ¿y tú, por qué andabas acá en Valparaíso? ¿No que te andan buscando?
Tte. R: no te interesa, necesito ubicar a Pinto urgente
Tte. Cab: no te hagas el idiota Ramírez, ya todos saben en qué andabai metido y que te busca toda la institución, y eres un maldito desertor
Tte. R: (se devuelve furioso) nunca he sido un desertor, tú lo sabes muy bien
Tte. Cab: entonces, ¿por qué te escondes? Si gustas, yo puedo llamar a tú sabes quién y avisar que te vimos acá. En cinco minutos tenemos a toda la plana mayor interrogándote, y vaya a saber uno, de qué forma te interroguen
Tte. R: tú también debes saber que me acusaron de algo que yo no hice, y al que buscan es a otro, y por culpa de él, a mí me están inculpando de ser su cómplice
Tte. Cab: ¿Esparza?
Tte. R: (molesto) ¿y cómo sabes?
Tte. Cab: no hay que ser del S2 para enterarse de todo, han salido avisos en la tele incluso con su cara. Y no sé qué tanto te urges, si a él lo buscan por secuestrarte
Tte. R: (cambia la cara) ¿en serio?
Tte. Cab: sí, andan diciendo que él te raptó para buscar a su amigo y usarte de moneda de canje. Por eso querían encontrarlo a él, para dar con tu paradero
Tte. R: entonces, no era verdad lo que decía Pinto
Tte. Cab: ¿y qué te dijo ella?
Tte. R: que nos buscaban a ambos: a él por el atentado al metro y a mí por traidor y ayudarlo a escaparse
Tte. Cab: tú siempre has sabido, desde la Escuela, que ella es re cahuinera y mentirosa. Siempre ha sido loca e inventa realidades, sólo para quedar bien ella
Tte. R: no importa, igual tengo que hablar con ella
Tte. Cab: ya, yo te advertía no más, ten más cuidado, tú ya sabes de qué clase de mina estamos hablando
Tte. R: y más respeto con los más antiguos
Tte. Cab: primero póngase el uniforme y asuma, luego hablamos
Ramírez se va con más preguntas que respuestas, en dirección a la Quinta Vergara, sin notar, que su conversación con Cabezas, fue escuchada por un extraño jardinero del lugar, quien entra a la guardia, y habla con el oficial
Tte. Cab: ¿qué pasa, Esparza?
A03: (se sienta y mira fijo a Cabezas) dime la verdad… ¿es cierto lo que le dijiste a Ramírez?
Tte. Cab: ¿qué cosa?
A03: estaba afuera, escuché todo, absolutamente todo. ¿Es cierto que a él lo buscaban sólo porque andaba conmigo?
Tte. Cab: la verdad, no. A él lo buscan por alta traición a la Patria, por engañar a Pinto para arrancar en San Pedro y escapar de un oficial en Pichicuy. Hace rato que lo dieron de baja, y dudo que le restituyan los grados.
A03: ¿y Pinto?
Tte. Cab: ella es la suche de mi mayor Ortega, le perdonan todas las cagás. Por eso aún no la dan de baja, a pesar que ha hecho más méritos que varios para irse de PLR
A03: ¿y qué crees tú que va a pasar?
Tte. Cab: que Ramírez va a ir a rogarle a Pinto que lo dejen volver, pero ella alguna cosa hará, y lo van a arrestar igual. Te lo doy firmado
A03: a traidor, traidor y medio
Tte. Cab: yo creo que sólo le va a devolver la mano, entre los dos hace rato se tienen sangre en el ojo
A03: (sorprendido) ¿hay más?
Tte. Cab: sí, pero ya es para programa de farándula. ¿Sabías que fueron pareja?
A03: sí, eso lo supe, y que terminaron, pero siempre les ha quedado dando vueltas esa relación
Tte. Cab: sí, terminaron porque Pinto le puso el gorro con mi mayor Ortega, que es casado. Y a Ramírez, por eso, lo destinaron al tema de los Arsenales. Castigado por caliente
A03: (se ríe) ¿en serio?
Tte. Cab: el tema es que de ahí mismo tenían que sacar el material de guerra para poner en el metro, por eso a Ramírez le “auspiciaron” el viaje al Dakar, y así, sacarlo del mapa. Ortega tampoco perdonó nada de esto, por eso prefirieron raptarlo y esconderlo unas semanas. Y ahí, lo que ya todos sabemos
A03: o sea, nuevamente yo le cagué los planes
Tte. Cab: digamos que sí, en parte. Lo que sí, y es algo que Ramírez nunca va a asumir, es que tu aparición le salvó el pellejo y el pico. Con tu búsqueda, Ortega la soltó con Ramírez y la agarró contigo. Tampoco tiene muy buenos recuerdos tuyos
A03: yo ni me acuerdo de él, salvo que era un hijo de puta allá adentro
Tte. Cab: … y, lo mejor que le pudo haber pasado a Ortega, es que se hayan juntado. Ahora tiene dos ex militares para odiar, hacerles la vida imposible, y chipe libre para buscarlos hasta la muerte.
A03: o sea que si Ramírez es arrestado, es hombre muerto
Tte. Cab: salvo que tenga santos en la corte, y, te aseguro, que los va a tener. Y, por lo mismo, te estamos protegiendo acá. Fui yo el que le dije a Pinto que arrancaste a Santiago de vuelta, para que deje de hinchar en la Quinta Región
A03: hay que salvar a Ramírez entonces
Tte. Cab: (se enoja) ¡no seas imbécil!, él no tuvo escrúpulos en tratar de entregarte para salvarse el culo, no tendrías por qué sacrificarte por él
A03: (le baja la culpa) no podría perdonarme que a él lo maten o lo torturen por mi culpa
Tte. Cab: (lo calma) no es tu responsabilidad. Él, mucho antes, se ganó el odio de Ortega. Ahora sólo estaba buscando una coartada. Además, él no es tan weón, sabe como cuidarse.
A03: pero…
Tte. Cab: déjamelo a mí, yo sé como saldremos de esta. Por ahora, encárgate del aseo y la mantención exterior de este lugar. No hay que levantar sospechas ni de Pinto ni de menos de Ortega.
Ramírez se devuelve a Valparaíso, toma una micro y se baja a media cuadra de la Quinta Vergara. Pasa a un supermercado en el centro de Viña, y luego camina en dirección al recinto festivalero. En la puerta, se topa con un conscripto, y pide hablar con la teniente Pinto.
Tte. R: buenas tardes, estará la teniente Pinto por ahí?
Consc09: un momento, quién busca a mi teniente Pinto?
Tte. R: Arturo, un amigo suyo
Consc09: (toma la radio) mi teniente Pinto?
Tte. P: quién habla?
Consc09: acá, soldado conscripto Pérez mi teniente
Tte. P: qué sucede, Pérez?
Consc09: hay una persona acá en la guardia que quiere hablar con usted… ¿cómo se llama?
Tte. R: (se cambia el nombre) Andrés, Andrés Rojas
Consc09: dice que se llama Andrés Rojas, mi teniente
Tte. P: no conozco ningún Andrés Rojas, pregúntele qué quiere
Consc09: mi teniente dice que no conoce a ningún… (Ramírez le quita la radio) oiga, qué le pasa?
Tte. R: aló, Pinto?
Tte. P: ¿Ramírez? ¿qué haces acá? Voy altiro a la puerta, devuélvele la radio al soldado
Tte. R: (le devuelve la radio) ahí está, ya viene.
A los tres minutos, aparece Pinto, hecha una furia, por la puerta principal de la Quinta Vergara, pero se queda a la reja y le pide a Ramírez que se acerque
Tte. P: no te quiero ver acá. No te quiero ver nunca
Tte. R: necesito entregarme
Tte. P: ¿y para qué, imbécil?
Tte. R: me echaron de la casa por tu culpa
Tte. P: ¿mi culpa? Tú advertiste antes a Esparza, y por eso se arrancó a Santiago. Ahora tenemos a medio regimiento buscándolo en la Ruta 68
Tte. R: no, yo no le dije nada
Tte. P: ahora yo quedé como chaleco de mono ante mi mayor Ortega, aléjate de acá
Tte. R: necesito irme a algún lado entonces, no tengo donde esconderme
Tte. P: ¿y a mí qué?
Tte. R: (le ruega) por favor
Tte. P: agradece que algo de humanidad me queda y no te retengo acá para entregarte a mi mayor Ortega. Ahora, además de todos los delitos que te imputan, te van a cargar la nueva fuga de Esparza
Tte. R: no mientas, sé que sólo me buscaban para dar con la ubicación de Esparza. Por favor, ayúdame
Tte. P: efectivamente, pero hasta que no nos entregues a Esparza, no te vamos a ayudar. Anda a buscarlo, dile que se entregue. Tú sabes muy bien dónde se anda escondiendo, si tú le advertiste que lo iríamos a capturar a su casa
Tte. R: tú sabes bien lo mal que lo trataba, nunca me tuvo confianza suficiente, menos para decirme donde iba a escaparse
Tte. P: algo debes saber tú, a mí no me mientes
Tte. R: lo único que supe, antes de todo, es que se iría a entregar.
Tte. P: ...pero ni en el Maipo o en otras unidades han tenido noticias suyas. Te engañaron, boina negra. Te vieron la cara, comando de Fantasilandia
Tte. R: ¿entonces?
Tte. P: yo no te voy a ayudar hasta que no me entregues a Esparza. Y olvídate de llamarme, ya cambié mi número y cualquier llamada que entre la van a rastrear
Tte. R: ¿ni siquiera por lo que sentimos alguna vez?
Tte. P: yo no sentí nada por ti, igual que tú, cuando te metiste conmigo sólo para arrancarte del desierto. Permiso, tengo cosas que hacer (se va y le da órdenes al conscripto en la puerta). Si ese idiota vuelve a molestar, avisen a Carabineros.
Ramírez se queda un rato pegado en la reja, pensando, viendo qué hacer con su vida ahora.
En eso, camina hacia un bar, se dedica a tomar, tomar, tomar, tomar, tomar, tomar, conversar con los parroquianos, hasta que el licor hace su efecto, y se pone a armar espectáculo a su alrededor
Tte. R: (en evidente estado de ebriedad) déjenme conchetumadre, si estoy bien, soy boina negra del Ejército mierda
Encargado del bar: sí, claro (toma el teléfono y llama a carabineros)
Tte. R: te voy a hacer cagar el bar si no me traís otro copete, tengo pena weón, tengo pena
Encargado del bar: (por teléfono) aló, carabineros? Estoy llamando de un bar acá en el centro de Viña, en la calle Valparaíso. Sí, es que tengo un personaje que está haciendo problemas acá, y está muy borracho. Dice que es militar, pero por la pinta, no le creo nada. Ya, los espero (corta) Ya amigo, pedí un taxi, lo van a venir a buscar
Tte. R: hic!, No tengo donde ir, nadie me quiere, ni mi institución. Todos me buscan, pero todos me odian
Encargado del bar: tranquilo, amigo, ya van a venir a buscarlo.
A los tres minutos, aparecen los carabineros
Tte. R: (se para, a duras penas) buenas tardes mi cabo
Cabo Rodríguez: qué pasa, amigo?
Tte. R: nah poh, acá, pasando las penas
Cab. Rodr: acompáñeme
Tte. R: ¿dónde me lleva amigo?
Cab. Rodr: no se preocupe, va a estar mejor que acá (lo toma del brazo)
Tte. R: (tironea con el carabinero) nah, yo me quedo acá, salud!
Cab. Rodr: permiso, pero tenemos que llevarlo caballero
Tte. R: ¿y quién soy voh? Un paco cualquiera poh. Yo soy oficial, oficial del glorioso Ejército de Chile, siempre vencedor, jamás vencido
Cab. Rodr: ¿oficial? ¿Tiene su tarjeta de identificación?
Tte. R: ¿y por qué te tengo que mostrar mi T.I.M.*? *(tarjeta de identificación militar)
Cab. Rodr: acompáñeme (lo toma del brazo y lo lleva arrastrando)
Tte. R: si soy oficial poh, suéltame conchetumadre
Entran dos carabineros más, y al final, entre los tres y uno de los comensales, lo toman y lo meten al vehículo policial
Tte. R: RESPETO CONCHETUMADRE, FÍJATE CON QUIEN TE ESTAI METIENDO
Cab. Rodr: (cerrando la puerta) sí, claro, con un borracho jugoso más.
Se lo llevan a la comisaría, lo bajan casi a patadas, se pone más conflictivo aún, y al final, entre tanto tira y afloja, logran que ingrese al calabozo. El oficial a cargo de la comisaría pesca el teléfono, y hace algunas llamadas. Al rato después, entra un oficial del Ejército, con su tenida de combate, al calabozo
Cap. Espinoza: ok, déjenme con él. Yo me encargo.
Tte. R: (aún borracho) sí, ¿quién es?
Cap. Espinoza: ay, Ramírez, Ramírez… quién te viera, y quién te ve
Tte. R: ¿acaso me conoce?
Cap. Espinoza: lo suficiente, teniente, lo suficiente
Tte. R: ¿me vino a sacar? ¿saben quién soy?
Cap. Espinoza: por lo mismo vine acá. Quién pensaría que el alumno ejemplar, el Brigadier Mayor, el paracaídista, iba a terminar raja de curado en un bar de mala muerte en pleno Viña del Mar, haciéndole show a carabineros.
Tte. R: ¿quién es usted?
Cap. Espinoza: no te preocupes, no soy mi mayor Ortega, al que le andabas comiendo la amante.
Tte. R: ¿quién eres?
Cap. Espinoza: permiso, voy a hablar con el oficial a cargo
Luego de dos minutos vuelve, con el oficial
Cap. Espinoza: perdón teniente Muñoz, pero yo me encargo de él
Tte. Muñoz: ¿usted se hace responsable, mi capitán?
Cap. Espinoza: sí, yo me encargo. Efectivamente es oficial, no sé qué le habrá pasado que terminó acá y en esas condiciones, pero no va a volver a molestar. Yo me lo llevo
Tte. Muñoz: (dando la orden) ya, sáquenlo
Abren la puerta del calabozo, y entre dos, se lo llevan al hombro.
Cap. Espinoza: (saliendo detrás de los carabineros) déjenlo en los asientos traseros de mi auto, yo me lo llevo. (desactiva la alarma del auto y abre las puertas en forma remota). Muchas gracias teniente Muñoz, y disculpen aquí al oficial, ha tenido algunos problemas últimamente.
Tte. Muñoz: ¿y si alguien pregunta por el parte policial, mi capitán?
Cap. Espinoza: no se preocupe, aquí nadie vio nada. Además, no hizo destrozos en el bar, así que no hay nada que pagar. Cualquier cosa, me llama y yo hablo con la persona
Tte. Muñoz: hasta luego, mi capitán.
Espinoza se sube al auto, y queda solo con Ramírez, hablándole por el retrovisor
Cap. Espinoza: agradece que quedaste en mis manos, weón.
Tte. R: ¿y quién es usted?
Cap. Espinoza: no soy mi mayor Ortega, así que no te preocupes. Estarás a salvo, pero te va a salir cara la talla.
Espinoza, en su auto, va rápido por las calles del puerto, hasta que llega al regimiento Maipo. Los soldados de guardia le preguntan, él les pide que lo ayuden a bajar al bulto, para dejarlo en el calabozo del regimiento y que manden a buscar al teniente Cabezas, para explicarle lo sucedido, con el que se reúne en la oficina de la guardia
Cap. Espinoza: tengo novedades, Cabezas.
Tte. Cab: qué pasó, mi capitán?
Cap. Espinoza: tenemos un nuevo residente en el Maipo: el teniente Arturo Ramírez
Tte. Cab: ¿Ramírez? ¿Y qué hace acá, mi capitán?
Cap. Espinoza: me llamaron desde una comisaría en Viña, que encontraron a un tipo haciendo show borracho en un bar y que gritaba a cada rato que era oficial del Ejército, pero no tenían como identificarlo.
Tte. Cab: y fue, y…
Cap. Espinoza: sí, era Ramírez, muy curado, y haciendo escándalo. Menos mal que lo reconocí, y que el teniente Muñoz, muy amigo de mi familia, me autorizó a traerlo de vuelta. Ahora está bajo nuestra custodia
Tte. Cab: ¿y qué piensa hacer con él, mi capitán?
Cap. Espinoza: eso le iba a comentar, teniente. Necesito tenerlo lejos de mi mayor Ortega. Nos sirve más acá que a ellos.
Tte. Cab: ya con Esparza metido acá, se me complica encontrarle entretención, mi capitán
Cap. Espinoza: tengo una idea con ustedes tres, pero primero, hay que asegurarnos que estén bien y que mi mayor Ortega ni se entere. Por ahora, necesito hacerlo pasar un susto, y para ello, nos falta Esparza acá. ¿Dónde está?
Tte. Cab: dejando limpia la cocina, mi capitán
Cap. Espinoza: vamos allá, hay que contarle todo
Se van raudos a la cocina, donde estaba Esparza, barriendo los restos de comida, y limpiando algunas ollas
A03: hola Cabezas, qué sucede?
Cap. Espinoza: bienvenido Esparza, tanto tiempo que no lo veía
A03: (sorprendido gratamente) ¡Mi capitán Espinoza! Tanto tiempo sin verlo (le da la mano efusivamente)
Cap. Espinoza: mucho gusto tenerlo por acá, Esparza.
Tte. Cab: la idea de tenerte acá fue de mi capitán, Esparza
Cap. Espinoza: aunque no lo creas, nosotros sabíamos todo lo que estaba pasando, y por lo mismo, te queríamos tener seguro. Eres muy valioso, y no podemos dejarte a merced de la Organización.
A03: gracias a los dos, ¿qué sucede?
Cap. Espinoza: tengo otro invitado más, pero necesito que guarden reserva. Acompáñenme al calabozo del cuartel.
A03: (con cara de pregunta) ¿hay calabozo acá?
Cap. Espinoza: sí, Esparza. Pero no te llevamos allá, sí tenemos a otro prisionero, hasta que se calme
Llegan los tres al calabozo, y ven durmiendo a pata suelta, a Ramírez
A03: (sorprendido) ¿y él?
Tte. Cab: (se acerca a los barrotes) nooooo… no lo creo
Cap. Espinoza: sí, lo pillamos en un bar dando jugo, y menos mal que el teniente de guardia en la comisaría me avisó, antes de mandar a llamar a otro. Así que lo traje para acá, pero hay que hacerlo pasar un susto, no la puede sacar barata. Además está mi nombre y mi carrera en juego.
A03: ¿y cuál es la idea, mi capitán?
Cap. Espinoza: jueguen ustedes, sobre todo tú, que estuviste más en riesgo por culpa de su estupidez. Le concedo el honor de tenerlo como su sirviente personal.
A03: (pone cara de malo) hay harto que hacer en la cocina, pero déjenmelo a mí. Eso sí, que antes duerma y se reponga, no quiero malas caras mañana
Cap. Espinoza: ya Esparza, ya teniente Cabezas. Es tarde, mañana es un largo día, y necesito que estén claros. Buenas noches
A03 & Tte Cab.: buenas noches, mi capitán
Cap. Espinoza: (tocándole el hombro a Antonio) eras bueno, ¿por qué mierda tuviste que irte de baja?
A03: usted lo sabe mejor que nadie, mi capitán

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Libre expresión. Pero siempre con tacto, tino y criterio.